15 de diciembre de 2013

Sin ti la vida duele menos.

‘Ni tú volviste a escribir, ni yo volví a extrañarte’
Bonita mentira para ir contando por ahí. Bonita frase para recordar, bonita también para saber que te estás engañando otra vez, como siempre.

Dejaste un vacío, un vacío que no puedo llenar con nada, dijiste que las cosas buenas llegan a los que más esperan pero no volviste. Fuiste cada maldito deseo de cumpleaños un año tras otro. Supongo ahí es donde todo empezó a morir y yo lo hice junto a ello.

No hicimos las cosas bien, la verdad no sé si llegamos a acabarlas o si dejamos algo en el aire. Un beso, un ‘te quiero’ o un ‘adiós’, no sé, solo sé que ambos huimos en direcciones contrarias pero sin dejar de mirar atrás de vez en cuando. Nos fuimos sin pensarlo aunque nuestros ojos suplicaran que nos quedáramos y, tras un tiempo, decidí dejar de hacerlo, créeme que de verdad lo hice aunque al segundo de rendirme te encontré, otra vez, y nada me ha dolido más que eso.


Sin ti la vida duele menos, es cierto, pero no es tan ''vida''.

20 de octubre de 2013

El dolor nos mantiene vivos.

Tristeza. Creo que es una palabra que nunca había dado tanto de sí. O sí. Amor. La una lleva a la otra como si estuvieran eternamente atadas. Realmente preocupante, ¿no?, sí, la manera en la que el tiempo se encarga de demostrarte que esto es realmente así, que por mucho que lo intentes siempre hay un final amargo.
A todo esto se le une la palabra soledad.
Y qué bien nos hace a veces estar solos para darnos cuenta de muchas cosas que eran invisibles para nosotros hace tan solo unos simples días. En estos días te das cuenta de por qué estás solo, de por qué no debes volver o por qué deberías de volver a confiar. Te das cuenta de por qué cuando estás solo lo único que quieres es alguien a tu lado y viceversa. Y en realidad es bastante simple: cuando pasas un tiempo solo quieres a alguien que te apoye, que esté ahí en las duras y las maduras, alguien que te haga sentir algo, pero cuando estás con ese alguien te das cuenta de por qué pasaste tanto tiempo aislado de todo: las decepciones y las peleas nunca se llevan demasiado bien.
Y vuelves al principio, otra vez, como si tuvieras alguna esperanza de que fuera distinto, piensas que esta vez 'es diferente' y te das la hostia contra el suelo.
La explicación más razonable que le veo es que nos gusta sufrir, porque a veces el dolor es lo único que nos mantiene vivos, lo que nos hace seguir porque a pesar de todo seguimos sintiendo algo aunque con ello nos destruyamos por dentro. El dolor es lo que hace que todo sea tan real, si podemos sentir dolor algún día podremos sentir felicidad.

4 de septiembre de 2013

Suena realmente bien.

Los sentimientos a flor de piel. Los nervios escapándose por la taza del váter. Lágrimas que caen por tu rostro inexpresivo.
No puedo estar encerrada. No. Quiero salir, huir lo más lejos posible de estas cosas. No quiero pensar, solo salir corriendo escuchando mi canción favorita a todo volumen hasta quedarme sola. Mirar a los pájaros libres y apreciar un poco más lo que tengo. Dormir a la luz de la luna y pensar qué hay más allá, qué me depara la vida o replantearme si me gusta lo que hago.
Pensar en la gente a la que quiero, pensar en ti. Pensar en lo que me gusta, pensar en ti. Pensar en mi vida, y por una pequeña parte de ella pensar realmente en mí. En dejar de hacer feliz a los demás y empezar a hacerme feliz a mí misma. La vida te da palos, esta vez la que le va a dar palos a la vida voy a ser yo. No me voy a quedar sentada viendo las cosas pasar, quiero formar parte de ellas. Formar parte de algo, suena bien.

31 de julio de 2013

¿Y por qué no mejorar?

Los errores nos recuerdan que nunca debemos estar seguros de nada y que siempre podemos mejorar. Es verdad, podemos mejorar pero muchas veces no queremos. No queremos porque preferimos estancarnos en lo de siempre, ¿miedo a cambiar? Excusas para no salir adelante y poder verlo todo de otra manera, puedes mejorar sin cambiar lo que eras, lo que te gustaba, pero es más fácil encerrarse en una mentira, en fingir que todo va bien cuando en realidad se te está cayendo a pedazos el alma.


Y mi pregunta es: ¿Por qué somos tan valientes en nuestros pensamientos y tan cobardes en la realidad? Lo único que los separa de la realidad es algo físico, solo se trata de hacerlo, no es fácil ni díficil, lo único que se requiere es fuerza de voluntad, ¿pero y si la fuerza de voluntad no te acompaña, y si alguien se la llevó cuando se marchó de tu vida? He aprendido que no debes de forzar las cosas, cuando vengan vendrán, no hay más. Lo único que necesitas a veces es respaldarte en alguien al que aprecies y puedas confiar en él. Respáldate en la música, en la poesía, en el deporte, en la naturaleza o en ti mismo porque al fin y al cabo vas a convivir contigo mismo durante toda una vida. No importa cuántas veces te equivoques porque de eso se trata, de aprender. Si aprendes eres más cuidadoso con las cosas que antes te parecían insignificantes, eso te hará mejorar.


Día a día, minuto a minuto.

6 de julio de 2013

Un sol fundido.

Estoy harta de dar y no recibir, de esperar a quienes no me esperan, de escuchar putos problemas que no me importan una mierda y sin embargo, sin ser míos ponerles solución. Estoy cansada de gente que solo mira por ella misma, gente que quiere que le lamas el culo como un perrito faldero para hacerle todos sus recados y seguirles a todas partes. También estoy harta de oír: 'has cambiado' Me importa una mierda si he cambiado o no, es mi vida. Tú también cambiaste y seguí allí, me fallaste y no te abandoné. La gente cambia sí, por muy extraño que te parezca. Puede que yo no haya tomado las decisiones adecuadas pero joder, mírame, aquí sigo sin decir una palabra.
Énteraros de que en esta vida nada es gratis y no hay vuelta atrás, los errores no se borran y los logros se acaban olvidando. Si tú no has estado ahí para mí, yo no estaré para ti. Llevadme la contraria, haced lo que queráis pero a mí no me vengáis con cuentos chinos.
Siempre váis al sol que más calienta, hoy os digo que este sol no brilla más para ninguno de vosotros.

2 de junio de 2013

Vuelve a por mí.

¿Cómo no voy a estar asustada? Dime cómo puedo afrontar todo esto de no poder sacarte de mi cabeza ni un solo segundo, de sonreír recordando los momentos que pasamos juntos los cuales sé que no volverán a ser los mismos. Dímelo y juro que intento dejar el dolor a un lado, las miradas tristes en busca de algo que nos una, los latidos del corazón al ritmo de una triste melodía y la sonrisa melancólica que tan acostumbrada está a salir a la luz.

Puede que tenga miedo de mí, de ti, de intentar hacerlo todo bien, del futuro o simplemente de no volver a ser la misma de hace años. Pero al fin y al cabo abrimos caminos y cerramos heridas, o a veces no acaban de sanar pero aprendes a ignorarlas y no dejas que lleguen a la superficie aunque pesen tanto que flotan en un mar de alegrías y contamina las sonrisas que vivían en él.


Y qué razón tenía Joaquín Sabina al decir ''Lo peor del amor es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le quedan dos puntos suspensivos''


Oída aquella terrible verdad pensé... y pensé. Luego decidí luchar. Pero, ¿cómo vencer al enemigo cuando el enemigo eres tú mismo? Olvidemos todo lo que nos hemos dicho alguna vez, hagamos como si todo hubiera sido un dulce error antes de que se estropeen hasta los recuerdos. Todo lo que soy, todo lo que he sido alguna vez, ya no está aquí, y no sé dónde ha ido a parar, solo espero que vuelvas a buscarme.

19 de mayo de 2013

Era yo.


¿No eras tú la que decía que vivir era tomar riesgos, y que tomar riesgos implicaba equivocarse? Estoy segura de que eras tú, osea, yo, ¿qué te pasa? ¿Por qué ahora que has tomado riesgos y te has equivocado, ahora que has arriesgado y has perdido, por qué ahora te cuesta tanto admitir la derrota? En la vida se aprende a base errores, ¿no? Eso decías, osea, decía. ¿Por qué no puedes olvidarte? ¿Por qué no puedes, es decir, puedo pasar página? ¿Por qué te encierras en tu habitación sin querer saber nada del mundo? ¿Por qué te dejas derrumbar, por qué dejas que me derrumbe de esa manera?

Si, es cierto que era yo la que decía que el camino era rocoso y lleno de altibajos, era yo la que decía que en la vida se aprende a base de golpes, que siempre se debe pasar página y no mirar atrás; pero eso no quita que me tropiece con las rocas que hay en el camino, eso no quita que en los bajones esté mal, eso no quita que los golpes duelan, eso no quita que hay páginas que se puedan pegar y eso no quita que el pasado a veces vuelva a ti. Todo eso, duele y te derrumba, pero pasará porque, como he dicho, es decir, has dicho muchas veces, el tiempo, si algo hace es olvidar.

2 de mayo de 2013

¿El final?


Ayer soñé contigo, otra noche de las tantas en las que lo hago. Se me hizo raro tenerte tan cerca después de tanto tiempo, y más en una habitación de hospital.
Sí, allí estábamos, tú en la cama durmiendo y yo observándote cautelosa desde la puerta. No llegaba a verte de todo la cara pero sabía que eras tú, estabas tal y como te recordaba. De pronto te despertaste y me miraste como si no te creyeras que estaba allí, que era yo de verdad. Una mirada llena de dolor que pasó directamente a ser una mirada cómplice de la sonrisa que sacaste a continuación; allí estaba yo, sin respiración, pensando qué decirte sin poder apartar los ojos de ti cuando de repente sueltas un ‘’cuánto tiempo’’ como si no importara todo lo que hubiera pasado antes. Las lágrimas acudieron a mis ojos y para disimular te di un abrazo de esos que hace que el corazón te lata distinto. Una vez separados te miré a los ojos y susurré un ‘’te he echado de menos’’ casi inaudible al que contestaste: ‘’No sabes cuánto lo siento, haber estado separado de ti tanto tiempo’’
¿Sabes lo que duele saber que eso no es de verdad? Eso de que en realidad he vuelto a estar a tu lado, después de miles de días echándote de menos. ¿Y lo peor? Lo peor es que al final te acercaste para besarme, puede que fuera la última vez que lo harías, y justo en ese momento, no sé si por suerte o por desgracia, me desperté.

1 de mayo de 2013

No si estoy a tu lado.

Eres imposible, haces que se me quiebre la voz, que se rasgue a mitad de cada puta palabra que pronuncio. Y si me permites, voy a añadir que me encanta. Me encanta que lo hagas. Me encanta encontrarte inesperadamente por la calle y que me mires con tus increíbles ojos. Tus profundos ojos, esos en los que me ahogo si los miro fijamente.
Y tu sonrisa, joder tu sonrisa. Hace que todo parezca tan fácil, no importa lo que pase siempre llegas con ella y obras milagros.
No tengo miedo a nada, no si estoy a tu lado.

7 de abril de 2013

Inesperada.

Soy como un mensaje a las 5 de la mañana pidiéndote que vuelvas, como el beso en mitad de una película de amor, soy como ese abrazo que después de contener tantas lágrimas hace que te derrumbes. Inesperada. Inesperada como una mirada llena de ternura en medio de una discursión, como una tormenta en un día de verano o simplemente como tu sonrisa. ¿Y qué coño importa? No voy a cambiar por mucho que me lo pidan, podría actuar, lo cual se me dá demasiado bien ya que no muchos de vosotros os dáis cuenta de cuando lo hago pero no serviría de nada, porque aún así veríais una careta, lo de fuera, el físico o cómo queráis llamarlo. Y con eso no llegáis a ninguna parte, no conmigo.

24 de marzo de 2013

Nada ni nadie me va a separar de ti.

Hoy vengo aquí a escribir sobre alguien realmente especial. ¿Que no la conoces? Tranquilo, no hace falta conocerla para saber que es de las mejores personas de este puto mundo.
Mi princesa es la persona más fuerte que he conocido en mi vida, la que te hace sonreír incluso si ella está peor, la que te impulsa a hacer locuras realmente divertidas las cuales vas a recordar durante toda tu vida. Es con la única con la que puedes ir cantando a gritos a Melendi y al día siguiente tener placas pero enorgullecerte de ello por la gran compañía que tuviste, es aquella con la que puedes correr los 100 metros detrás de un bus y que este se vaya cuando estás en la puerta pero aún así no perder la sonrisa.
Quererte se ha convertido en una gran manía, esa manía que no cambiaría nunca ni aunque me obligaran. Puedo decirte que te quiero pero aún así no me quedaré a gusto. Escribo mil  palabras y las vuelvo a tachar y ¿por qué? Porque ni todas esas palabras podrían superar una tuya.
Qué sí, que yo hablo sobre lo mismo, sobre la misma. Que todos tenemos razones, pero yo muchas más que vosotros.



17 de marzo de 2013

¿Realmente merece la pena?


Queríais hundirme, hacer que no volviera a sonreír, separarme de la gente que quiero, queríais que me encerrara en casa y no volviera a salir, que cambiara y dejara atrás los buenos momentos. Hoy os digo que nadie es mi dueño, no dependo de nadie para sonreír y menos para cumplir mis sueños. Hago lo que me da la gana cuando me da la gana, digo las cosas a la cara, me equivoco, rectifico y arreglo lo que he hecho mal al contrario que muchos otros, ¿y sabéis qué? Eso me hace realmente ser quien soy.
La vida tiene malas rachas que debes de pasar, pero esas malas rachas son las que te forman como persona, las que te hacen más fuerte y te enseñan la realidad de este mundo. Nada en la vida es fácil, si quieres algo debes luchar por ello pero antes de eso pregúntate: ¿Merece la pena?