17 de marzo de 2013

¿Realmente merece la pena?


Queríais hundirme, hacer que no volviera a sonreír, separarme de la gente que quiero, queríais que me encerrara en casa y no volviera a salir, que cambiara y dejara atrás los buenos momentos. Hoy os digo que nadie es mi dueño, no dependo de nadie para sonreír y menos para cumplir mis sueños. Hago lo que me da la gana cuando me da la gana, digo las cosas a la cara, me equivoco, rectifico y arreglo lo que he hecho mal al contrario que muchos otros, ¿y sabéis qué? Eso me hace realmente ser quien soy.
La vida tiene malas rachas que debes de pasar, pero esas malas rachas son las que te forman como persona, las que te hacen más fuerte y te enseñan la realidad de este mundo. Nada en la vida es fácil, si quieres algo debes luchar por ello pero antes de eso pregúntate: ¿Merece la pena?

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